Estaba escrito.

La noche del lunes de carnaval la pasamos en Santa Cruz. Eso si, nada de la zona del cuadrilátero, ni disfraces, ni charcos de meados. A pesar de lo que se pueda pensar, al menos en la sesión de las 20:30, había más gente en el cine del Meridiano que lo que imaginaba. Y no necesariamente pureteo del que no sale de fiesta. Gente de todo pelaje y condición. Fuimos a ver "Slumdog millionaire", algo así como "perro callejero millonario".

No voy a desvelar absolutamente nada de la trama. Se trata de una fábula de poco menos de 2 horas que trata del amor, de la suerte pero, sobre todo, de la verdad, la bondad y de la honradez. Un viaje de más de una década buscando el amor y la superviviencia en los bajos fondos de Bombay.

La película, rodada con un ritmo que recuerda a veces a la de un video-clip, tiene unas interpretaciones geniales fundamentalmente por parte de los seis crios que interpretan a los tres protagonistas a lo largo de los años de la infancia, dignas de premio (aunque ni siquieran fuesen candidatos a ellos).

Sin moralina (el que es malo, el que roba, el que mata, es porque tiene necesidad de hacerlo para vivir) y con una moraleja: una persoan puede prosperar y luchar por lo que quiere siendo honrado. Y, encima, con final feliz porque, al final, todo estaba escrito.