viernes, 27 de febrero de 2009

Ole tus huevos, Emilio Gutiérrez.

Un señor de un pueblo llamado Lazcano, a quien los abertxales de su pueblo le destrozaron su casa y él optó por destrozarles a mazazos su herriko taberna. Con dos cojones.



Otra cosa es que el pobre hombre haya terminado por irse de su propio pueblo.
http://justicierolazkao.blogspot.com/

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Así me gusta, que los defensores del "orden" y la "democracia constitucional" se aclaren.
A ver quién puede más (si hay muertos no importa).
Si señor muy bonito
Si estas tan de acuerdo ¿por qué no lo haces tu?

El abajo firmante. dijo...

Yo no he dicho que lo aplauda, ni que lo censure. Sólo he dicho que en el fondo, hay que tenerlos bien puestos para, en un ataque de ira, optar por el diente por diente. No lo hago yo porque no me he visto en esa tesitura Si lo estuviese en un futuro, quién sabe. Me recuerda a aquella película de Michael Douglas, "Un día de furia", en el que un señor muy normal un día, en un atasco y en un día de calor, le da un ataque de furia y la toma contra todo aquello y aquellos que le han estado tocando las narices.

Yo puedo llegar a entender a este buen hombre porque, detrás del ataque a su casa, seguramente habrían muchos sufrimientos anteriores por parte de los otros valientes.

El otro día estuve a punto de destruir la oficina de Correos y no te diste cuenta.

Anónimo dijo...

Mejor así, hay que tomarse las cosas con más tranquilidad y raciocinio.
O como dice una frase revolucionaria "Hay que endurecerse pero sin perder la ternura jamas"

El Abogado Chalado dijo...

Había un filósofo de Guía de Isora que decía "Cuando te tiren del rabo, dáles las gracias"...
No duró mucho el hombre.