No me voy a referir a lo que Lizundia denominó en su día "La Comitiva", porque "La Comitiva", aún cuando está vivita y coleando, no es lo mismo desde que el propio Lizundia dejó de despachar con ella. Es para mi motivo de profunda satisfacción referirme a la comitiva oficial que hoy se ha paseado por La Laguna, con los Príncipes de Asturias a la cabeza, para inagurar el Teatro Leal.
Que el Ayuntamiento reinaugure dos veces el mismo teatro en apenas un mes es lamentable. Que lo reinaugure con bombo y platillo cuando permitió, por omisión, que el único recinto cultural de la ciudad estuviese cerrado 19 años es aún más lamentable. Ver a esa sujeta de medio metro que responde al título de Alcaldesa-Presidenta de la Muy Noble, Leal, Fiel y de Ilustre Historia ciudad de Los Adelantados levitar sobre los adoquines de la Calle Carrera, sacando las plumas como una pava real, saludando a diestro y siniestro resultó vomitivo.
Esta mañana, desde primeras horas, el centro de La Laguna estaba en estado de sitio.La Policía Local y la Policía Nacional se apostaban en cada esquina, prohibiciones de aparcamiento incluso por donde la comitiva no pasaría y sirenas yendo y viniendo. Agazapado detrás de la cortina azul del despacho, que lo deja ver todo, podía observar el trasiego de viejas engalanadas que corrían sobre sus tacones para coger un buen sitio a los efectos de comprobar por ellas mismas las nuevas napias de Letizia. Desconozco si los micrófonos de la tele-basura también se amontonaban en el Teatro haciendo preguntas absurdas.
A los Principes no los vi, ni falta que me hacía. Una vez, en el Campus de Guajara, vi a los Reyes. Doña Sofía saludaba a los setos de los jardines al paso del coche oficial. Les he cogido manía. Ni símbolo de la permanencia del Estado, ni leches. Que si regatas, que si viajes, que si bodas, que si operaciones de estética, que si divorcios, que si hermanísimas, que si cocaína....todo ello pagado a costa de los Presupuestos Generales del Estado. Poque, además, de esos presupuestos se mantienen a la Familia Real española, a la griega, a la búlgara, a la familia de la mjuer del heredero y a cualquier monarquía amiga en el exilio. Mientras, S.M. medrando en los países árabes sabe Dios a cambio de qué o cazando osos en Rumanía.
No hago discursos republicanos. Si no hubiera Casa Real por derechos sanguíneos habría equivalente por derecho electoral, como esas figuras decorativas de Italia, Alemania o Austria, por poner tres ejemplos. No hay nada como el sistema usamericano, un primer ministro-jefe de estado.
La nueva nariz, el nuevo mentón y las, dicen, nuevas tetas de Letizia se pasearon de la mano de ese gran trabajador de nombre Felipe de Borbón y Grecia, trabajador del discurso elaborado y del saludo "rompiendo el protocolo". No sabemos si, como cuentan que existió el titular cortesano, el Principe, como cualquier español, llegó a la isla pilotando su propio avión.
A mi los únicos reyes que me gustan son los Reyes Magos. Larga vida.
Que el Ayuntamiento reinaugure dos veces el mismo teatro en apenas un mes es lamentable. Que lo reinaugure con bombo y platillo cuando permitió, por omisión, que el único recinto cultural de la ciudad estuviese cerrado 19 años es aún más lamentable. Ver a esa sujeta de medio metro que responde al título de Alcaldesa-Presidenta de la Muy Noble, Leal, Fiel y de Ilustre Historia ciudad de Los Adelantados levitar sobre los adoquines de la Calle Carrera, sacando las plumas como una pava real, saludando a diestro y siniestro resultó vomitivo.
Esta mañana, desde primeras horas, el centro de La Laguna estaba en estado de sitio.La Policía Local y la Policía Nacional se apostaban en cada esquina, prohibiciones de aparcamiento incluso por donde la comitiva no pasaría y sirenas yendo y viniendo. Agazapado detrás de la cortina azul del despacho, que lo deja ver todo, podía observar el trasiego de viejas engalanadas que corrían sobre sus tacones para coger un buen sitio a los efectos de comprobar por ellas mismas las nuevas napias de Letizia. Desconozco si los micrófonos de la tele-basura también se amontonaban en el Teatro haciendo preguntas absurdas.
A los Principes no los vi, ni falta que me hacía. Una vez, en el Campus de Guajara, vi a los Reyes. Doña Sofía saludaba a los setos de los jardines al paso del coche oficial. Les he cogido manía. Ni símbolo de la permanencia del Estado, ni leches. Que si regatas, que si viajes, que si bodas, que si operaciones de estética, que si divorcios, que si hermanísimas, que si cocaína....todo ello pagado a costa de los Presupuestos Generales del Estado. Poque, además, de esos presupuestos se mantienen a la Familia Real española, a la griega, a la búlgara, a la familia de la mjuer del heredero y a cualquier monarquía amiga en el exilio. Mientras, S.M. medrando en los países árabes sabe Dios a cambio de qué o cazando osos en Rumanía.
No hago discursos republicanos. Si no hubiera Casa Real por derechos sanguíneos habría equivalente por derecho electoral, como esas figuras decorativas de Italia, Alemania o Austria, por poner tres ejemplos. No hay nada como el sistema usamericano, un primer ministro-jefe de estado.
La nueva nariz, el nuevo mentón y las, dicen, nuevas tetas de Letizia se pasearon de la mano de ese gran trabajador de nombre Felipe de Borbón y Grecia, trabajador del discurso elaborado y del saludo "rompiendo el protocolo". No sabemos si, como cuentan que existió el titular cortesano, el Principe, como cualquier español, llegó a la isla pilotando su propio avión.
A mi los únicos reyes que me gustan son los Reyes Magos. Larga vida.
1 comentario:
Amen! Y el rey del Burguer King!
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