Ya una vez le dediqué una entrada en este hulmide blog (aquí) y el día a día demuestra más su insensatez, su incapacidad y todo aquello que pueda empezar por in.
Vale que se resista a precintar un recinto ilegal, al que se concedió una licencia ilegal y, quien sabe, si hubo algo más ilegal por medio. Que haya subido los impuestos municipales cuatro veces más de la subida del IPC, pase. Que estén cobrando al usuario aire por agua en los recibos de Teidagua, también. Pero lo que nunca pensé es que el olor a pólvora que aspiró de crío en casa (ya sabe, su padre, hoy Director General, ayer miembro activo del MPAIC) le hubiese afectado tanto. Nadie le exige tener capacidad política, ni siquiera intelectual, porque por ambas jamás ha destacado. Tampoco se le va a exigir llegar al sillón de la Alcaldía tras ganar unas elecciones. Pero, hombre por dios, intente rodearse de competentes.
Igual lo que le voy a contar le parece una tontería, pero me afecta a mi y a un buen puñado de ciudadanos del centro de La Laguna. Si, si, esa ciudad que le paga (y muy bien).
Resuta que al Concejal de Tráfico de su Ayuntamiento (quien, por cierto, es la viva demostración de que la carrera de Derecho la hace cualquiera) le ha dado por cambiar el sentido de 3 o 4 calles del centro. ¿La causa del cambio? La sabrá él, porque no la conoce la opinión pública. Pues bien, le explico que a algunas calles no es que sea imposible acceder, sino que es muy dificil. Caso práctico: garaje en la Calle Adelantado, donde pueden haber 200 vehículos. Hasta el viernes se bajaba por Marqués de Celada y 20 metros después, la puerta del aparcamiento. A partir del sábado, justo cuando se está en la puerta del garaje, se obliga a girar a la izquierda, coger rotonda en dirección Las Mercedes, Calle Nicolás Redondo y nuevo giro a la derecha, salida a la Plaza de la Junta Suprema y nuevo giro a la izquierda para subir Calle Los Bolos y nuevo giro a la derecha para entrar a Adelantado. O sea, lo que antes eran 20 metros lo han convertido en 2 kilómetros. Todo se arreglaría cambiando de dirección la pequeña Calle de El Pozo, apenas sin tráfico. Pero no, mejor tener dos calles que confluyan en el mismo sitio, todo sea por joder al ciudadano.
Por su supuesto, ni una señal, ni un cartel, ni un maldito y vago policía local en las calles.
Ni que decir tiene que algún anormal hay en la Casa de los Capitanes, porque si no, no se explica tal estupidez. Y la culpa es suya, Señor Alcalde, por accion o por omisión; por firmar la norma que lo autoriza o por mantener en el puesto al imbécil (no es un insulto, es un diagnóstico) al que paga con impuestos municipales.
Hoy al volante de mi coche, Señor Alcalde, me he acordado de toda su familia. Espero sepa perdonármelo.
Vale que se resista a precintar un recinto ilegal, al que se concedió una licencia ilegal y, quien sabe, si hubo algo más ilegal por medio. Que haya subido los impuestos municipales cuatro veces más de la subida del IPC, pase. Que estén cobrando al usuario aire por agua en los recibos de Teidagua, también. Pero lo que nunca pensé es que el olor a pólvora que aspiró de crío en casa (ya sabe, su padre, hoy Director General, ayer miembro activo del MPAIC) le hubiese afectado tanto. Nadie le exige tener capacidad política, ni siquiera intelectual, porque por ambas jamás ha destacado. Tampoco se le va a exigir llegar al sillón de la Alcaldía tras ganar unas elecciones. Pero, hombre por dios, intente rodearse de competentes.
Igual lo que le voy a contar le parece una tontería, pero me afecta a mi y a un buen puñado de ciudadanos del centro de La Laguna. Si, si, esa ciudad que le paga (y muy bien).
Resuta que al Concejal de Tráfico de su Ayuntamiento (quien, por cierto, es la viva demostración de que la carrera de Derecho la hace cualquiera) le ha dado por cambiar el sentido de 3 o 4 calles del centro. ¿La causa del cambio? La sabrá él, porque no la conoce la opinión pública. Pues bien, le explico que a algunas calles no es que sea imposible acceder, sino que es muy dificil. Caso práctico: garaje en la Calle Adelantado, donde pueden haber 200 vehículos. Hasta el viernes se bajaba por Marqués de Celada y 20 metros después, la puerta del aparcamiento. A partir del sábado, justo cuando se está en la puerta del garaje, se obliga a girar a la izquierda, coger rotonda en dirección Las Mercedes, Calle Nicolás Redondo y nuevo giro a la derecha, salida a la Plaza de la Junta Suprema y nuevo giro a la izquierda para subir Calle Los Bolos y nuevo giro a la derecha para entrar a Adelantado. O sea, lo que antes eran 20 metros lo han convertido en 2 kilómetros. Todo se arreglaría cambiando de dirección la pequeña Calle de El Pozo, apenas sin tráfico. Pero no, mejor tener dos calles que confluyan en el mismo sitio, todo sea por joder al ciudadano.
Por su supuesto, ni una señal, ni un cartel, ni un maldito y vago policía local en las calles.
Ni que decir tiene que algún anormal hay en la Casa de los Capitanes, porque si no, no se explica tal estupidez. Y la culpa es suya, Señor Alcalde, por accion o por omisión; por firmar la norma que lo autoriza o por mantener en el puesto al imbécil (no es un insulto, es un diagnóstico) al que paga con impuestos municipales.
Hoy al volante de mi coche, Señor Alcalde, me he acordado de toda su familia. Espero sepa perdonármelo.
2 comentarios:
Al menos tu alcalde vive en tu ciudad, no como el nuestro de Santa Cruz que vive fuera en una urbanización de golf...
Y anda que no vamos a gastar en gasolina....
Llevo tres días dando más vueltas con el coche que una tonina.
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