Esta mañana, en el Palacio de Injusticias, en el genuino, JAM y servidor departiamos sobre la convenencia de mantener abierto un blog accesible al común de los mortales. Coincidíamos en que, en el fondo, una bitácora puede contener demasiada información y datos de nuestras vidas como para que cualquiera pueda hacer uso de ella: nuestras opiniones, nuestros gustos, nuestros lugares de paso, nuestra gente....Empezamos a ser una especie de libro abierto y eso, como dicen en las películas usamericanas de abogados, podría ser utilizado en su contra.
También es cierto que aquí cada cual da la información que quiere dar, ni más ni menos. Yo, para disgusto de alguno-s, he de confesar que me vuelto un tanto miedoso. Como ya tengo demasiada experiencia en esa cuestión, indemnización incluida, he guardado el instinto asesino en un cajón. A veces, confieso, me pierde el carácter y se me va el baifo pero responsabilidad manda. Ahora que estoy próximo a tener una familia completa, mejor no arriesgar con las cosas de comer.
Hoy, por ejemplo, me acordaría en la familia, natural y política, de uno que yo me sé (si JAM, tiene el colmillo retorcido) pero, qué coño, ¿y si al revolver le queda una bala? Que se lo dispare otro en la sien.
También es cierto que aquí cada cual da la información que quiere dar, ni más ni menos. Yo, para disgusto de alguno-s, he de confesar que me vuelto un tanto miedoso. Como ya tengo demasiada experiencia en esa cuestión, indemnización incluida, he guardado el instinto asesino en un cajón. A veces, confieso, me pierde el carácter y se me va el baifo pero responsabilidad manda. Ahora que estoy próximo a tener una familia completa, mejor no arriesgar con las cosas de comer.
Hoy, por ejemplo, me acordaría en la familia, natural y política, de uno que yo me sé (si JAM, tiene el colmillo retorcido) pero, qué coño, ¿y si al revolver le queda una bala? Que se lo dispare otro en la sien.
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