jueves, 26 de marzo de 2009

Un rayo, cuatro gotas, el caos.

A pesar de que se empeñen en decirnos que Canarias (y, en especial, Tenerife) es el primer mundo, cuando ocurren cosas como las de hoy se demuestra de forma palpable que ciertamente no deja de ser una sucursal, si no del tercer mundo, al menos del subdesarrollado. La culpa no sólo es de la raza política, ni de la falta de inversiones en infraestructuras, ni siquiera en la ausencia casi total de planificación cuando, a la mínima, vienen mal dadas. La culpa, en parte, es de la gente.

Bien, ha caído un rayo sobre una torreta y se ha interrumpido el fluído eléctrico. Un caso de excepcional de fuerza mayor de manual. Hasta el más tonto del pueblo sabe que si en un circuíto eléctrico deja de funcionar uno de sus transmisores, por mucho que se quiera, será imposible que la electricidad siga su camino. Conclusión evidente, normal y científica: no hay fluído y, además, es imposible que lo haya.

A partir de este momento, qué hacer. Lo primero, resignación. Ninguno de nosotros tenemos la llave para apretar un botón y darnos luz ante esta circunstancia, salvo que en casa o en nuestro negocio contemos con un generador eléctrico. Lo segundo, la paciencia: la luz volverá, más tarde o más temprano, pero volverá.

Lo de hoy, por poner un ejemplo, tiene una diferencia abismal con lo que ocurrió cuando el "Delta". En aquella ocasión, un viento algo más importante de lo normal quebró torretas eléctricas casi de papel, impropias del siglo XXI. Era previsible que pudiera ocurrir, sabíamos las consecuencias que podrían producirse y eramos conscientes de que aquellas torretas habia que sustituirlas. Pero hoy ha sido un rayo, un jodido rayo que es imposible de parar y de predecir dónde va a parar.

Pues nada, un drama social. Las radios dando coba a las doñas que se quejan porque Unelco-Endesa no les va a pagar los congelados descongelados; la autopista del norte colapsada como si la falta de luz hiciera que las vías se estrechasen (y sólo con cuatro gotas de agua), mientras que por la via que transcurre paralela al tranvía no circulaba más coche que el mío; las radios dándose autobombo, contando las horas de retransmisión en directo ("en ocasiones casi bajo la luz de una vela"), contado los sms que incautos oyentes envían para contarles chorradas y engordarles la cuenta corriente y presumiendo de que, por el noble arte de informar a sus iguales, no habían podido ingerir alimento sólido "a estas horas de la tarde".

Que la isla está mal planificada, si. Que tenemos miles de déficits de infraestructuras, si. Que no tenemos un servicio eléctrico eficiente y barato, es una evidencia. Todo correcto, pero, recordemos: tenemos lo que nos merecemos, ni más ni menos.

De todos modos, a la 1 de la tarde, con el apagón reciente, se me venía a la cabeza que cualquier chalado (no tu, abogado idem) tendría en sus manos el atentado perfecto (al menos en Tenerife) volando una central eléctrica: sin luz no hay regulación de tráfico, ni sistemas informáticos, ni tranvía, ni energía para cocinar, ni para calentar agua, ni redes móviles, ni internet, ni comunicaciones.....el caos, en definitiva.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Todo perfecto pero..... ¿Cuatro gotas? Yo creo que tu ayer no saliste de La Laguna.....

En Güimar y Candelaria como dicen por ahí no cayó una, cayeron dos

El abajo firmante. dijo...

Me refiero a 4 gotas y caos en el área metropolitana.

666Kato dijo...

tienes toda la razón! y sí, el comentario era sobre el apagón...ya ves que bien que me vino para actualizar el blog ;)

tamos en contassto!

saludos de los berlines!

el escritor escondido dijo...

Me recordó al mago explicando a su cuñado qué era la luz eléctrica y le decía:
"Po entras en la habitación, le das un pellizco a la pared, y se enciende una cebolla".

Anónimo dijo...

Efectivamente, aquí la gente se pone muy nerviosa enseguida. A las doñas no se les iba a descongelar la nevera por estar cuatro horas sin luz, pero ya estaban histéricas. Me dijeron (y lo confirmas tú también) que la autopista estaba colapsada...¿es que hay semáforos en la autopista y yo todavía no me he enterado?. Otras preguntándo que si valía la pena que por la tarde fueran a trabajar.....vamos, que estaban deseando que no volviera la luz para no currar.

Ahora los que se quejan de UNELCO. Un rayo no lo para ni el Casillas ese del Madrid. Si cae justo donde no debería haber caído pues mala suerte. Eso no se puede evitar. Por mucha infraestructura que pudiese tener UNELCO no creo que se hubiera evitado.

Incluso oí a gente quejándose de que toda la luz viene de Las Caletillas y claro, deberíamos tener otra central eléctrica. Pero luego son los mismos que se oponen a que se construya cualquier cosa....esta isla es de locos!

Yo aproveché el apagón para pegarme una buena siesta. :)