viernes, 16 de julio de 2010

Todo debe pasar.

Lejos de acrecentar la "leyenda Tox", llevo unos días arrinconado en mis cuarteles de invierno esperando a que pase la última ventisca laboral que irremediablemente terminará el 28 de julio pasadas las siete de la tarde. Lo cierto es que el trabajo empieza a descender de manera exponencial a la llegada de las vacaciones y eso me ha servido para sacar a relucir mi lado voyeaur de la vida aunque, no sé muy bien porqué, no he sentido la necesidad de contarlo. Quizás porque estoy pidiendo cuatro semanas de asueto como agua en el desierto. Sólo pienso en eso. Estoy en la cuenta atrás.

A pesar de ese descenso en la actividad, que justificaría el cese de cualquier contrato temporal, hay cosas que nunca cambian. "Ha venido usted al abogado, señora, no al puto psiquiatra", estuve a punto de largarle el miércoles a la doña andina -intrascendente detalle étnico, lo sé- que insistía en que la novia del empresario le estaba acosando laboralmente en apenas 3 meses de relación entre las partes. "Es que como trabajo tan bien (?), el dueño me tiene mucho aprecio (?) y eso ha causado celos en su novia, que me está amargando la vida para que me vaya". Ni qué decir tiene que ese "trabajar bien" lo interpreté desde el lado estrictamente laboral, aunque esos alegados celos de la novia del empresario pudiese dar lugar a otro tipo de interpretación de la expresión. Nadie, en su sano juicio, podría tener celos por una actitud hacia o de su pareja que no tenga un contenido sentimental. Vamos, para qué nos vamos a engañar, que ese "trabajar bien" a lo mejor habría que haberlo entendido como que se estaba "trabajando bien" a su jefe. Ahora encajaría todo.

O la visita al abogado-psiquiatra del joven que, nada más extenderle la mano a modo de saludo ritual, te larga un "no-me-aprietes-mucho-porque-tengo-la-mano-rota-porque-mi-madre-está-enferma-y-al-enterarme-le-di-un-puñetazo-a-la-pared,porque-tengo-mucha-rabia-contenida-dentro-de-mi-y-el-dolor-de-la-situación-se-une-a-mi-situación-laboral,porque-veo-que-esto-no-se-mueve-y-ya-estoy-desesperado-porque-el-banco-me-está-apretando-y,claro,yo-tengo-una-familia-que-mantener-y-blablabla".

Oye,tronco, que yo sólo te iba a dar la mano...

O la que lloraba desconsoladamente porque la empresa le había cambiado sin ton ni son el horario de la última década, lloraba desconsoladamente a la hora de firmar la demanda contra su empresa de toda la vida, lloraba a mares cuando supo la fecha del juicio y lloraba como una Magdalena cuando le notifiqué la sentencia que estimaba su demanda porque se cernían dudas en torno a su futuro profesional en la empresa. Una señora de nombre Gata Flora: si se la metes chilla y si se la sacas llora.

Gajes del oficio, supongo.

Y así pasan los días, despachando sin diván. Aprovechando los ratos libres para buscar información sobre el orígen étnico de mis hijos en internet (si alguien encuentra información interesante sobre la etnica Gamo, que me avise), sobre su lugar de nacimiento (Selamber, capital de la región de Kucha, Estado de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, Etiopia), sobre su pasado y todo eso pensando sobre su futuro.

Todo ha de pasar. Lo malo no dura toda la vida. "El amanecer no dura toda la mañana, la tormenta no dura todo el día. Todo debe pasar de largo".


1 comentario:

Clandestino dijo...

Pasa de todo, que pronto llegan las vacaciones.