sábado, 14 de noviembre de 2009

A un hermano.

Apenas nos conocíamos de vista y de repartir patadas en partidos de lunes en una cancha del barrio de La Salud. Una mañana, en el Palacio de Injusticias, y cuando ya habíamos trabado cierta relación, le conté que era la persona que andábamos buscando para cubrir un puesto. Buen sueldo, posibilidad de proyección y formar parte de lo que por entonces era un grupo joven y bien avenido. Un septiembre de hace tres años se subió al barco. Compartimos espacio de trabajo, risas, enfados, confesiones y amistad. Dos casi desconocidos que se convertían en amigos. Un mediodía del mes de octubre de hace dos años nos separamos laboralmente, que no espiritualmente, manteniendo durante este tiempo nuestros secretos, nuestras alegrías y nuestras frustraciones.

L. siempre me repite la misma frase machacona: "Tu ahí no pintabas nada". Y sabes que la frase también puede ser extrapolable a ti. Eres una persona buena rodeado de alguna mala persona. Eres uno de los pocos nobles que quedan nadando en un mar de maquiavelos y tartufos, de los que hacen del "todo vale" su bandera. Un tio con valores, personales y profesionales, en un mundo de tiburones. Definitivamente, tu ahí no pintabas nada y, en parte, tengo yo la culpa de que hubieses acabado ahí.

Hoy he leido en el Facebook de un compañero tuyo "Nos quedamos huérfanos....muchas gracias por todo" y me he dicho a mi mismo: por fin ha dado el paso. Tu vales mucho. Qué coño mucho, muchísimo. Ahora empieza tu momento y sabes que puedes contar conmigo, porque yo contigo voy al fin del mundo y más allá.

PD: Ole tus cojones.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mentiría si te dijera que no me esperaba de ti una muestra de cariño tan especial como ésta.
Eres el mejor amigo que uno puede tener, y en breve serás el mejor padre que cualquier niño querría tener.

Un abrazo bien fuerte.

El abajo firmante. dijo...

Bueno, bueno. Como decía el Sr. Lobo, en Pulp Fiction, no empecemos a chuparnos las p... todavía...

eclair dijo...

El mentado ofrece mucha más madera que la que tu le atribuyes. En los palos que se permite tocar, hasta donde yo he podido constatar es realmente bueno, incluso escribe de maravilla.
Mi admiración más sincera hacia él, es gratificante que de vez en cuando tengamos referencias, valores, que el mundo no se desploma porque alguno en algún momento señala el camino. Hacer eso es muy importante, hay que mantener los gestos, los símbolos, las referencias. Gracias nuevamente, parece que la educación cabe (en la familia) e imagino que arriba alguien considere justificado su trayecto por el de los suyos.

El Abogado Chalado dijo...

Hombre, yo chupar, chupar, casi que no, pero a ver si quedamos a comer de una puñetera vez.

CASI-NO hay nada que celebrar.
(Esto último va por el de los polvos y no precisamente de los que dan gusto).

El de los polvos dijo...

Ya CASI-SI hemos quedado. A ver quién falla.