jueves, 17 de septiembre de 2009

Chivatos.

Si hay un personaje al que siempre he detestado, ese es el chivato, el soplón, el que, como define acertadamente la Academia de la Lengua, "acusa en secreto y cautelosamente". Simplemente puedo decir que me producen náuseas.

El Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife, 70 € cada dos meses de cargo en cuenta, fomenta y alienta al chivato. Remite un correo electrónico a sus colegiados diciendo que, ante las "quejas verbales" de determinados elementos hacia dos jueces señalados, "se interesa de todos los compañeros que hubieran podido ser agraviados o hubieran presenciado agravios a algún compañero, por su comportamiento, nos lo hagan saber a los efectos de tomar las medidas que en su caso fueran procedentes". O sea, quieren que sus propios compañeros sean vulgares soplones policiales del tres al cuarto frente a la actitud cobarde, de niño llorón, de quienes dicen considerarse agraviados por el comportamiento de dos jueces y no son capaces de dar la cara con nombres, apellido y por escrito. No. Se esconden tras el anonimato, no tienen los huevos suficientes de elevar queja por escrito y encima pretenden esconderse tras sus soplones.

No seré yo quien defienda a los jueces señalados. Una no sé ni quién es. Con el otro celebro semana si, semana también y, siendo tremendamente especial (dicho sea en términos de Venia), jamás me he sentido ofendido por su actitud hacia mí en sala. De hecho, creo que su intemperancia en ocasiones más que ofender a alguien le puede perjudicar a él mismo. Y si lo llegase a sentir, o bien me sentaría a hablar con él o bien elevaría queja formal. Lo que no haría es ir corriendo, como el niño al que han pegado en el recreo, a quejarme a la "seño" o usar chivatos delatores. Lo dicho: ne-na-zas.

Para esto sirve nuestro Colegio. En lugar de para tratar estos temas con delicadeza, con privacidad, con firmeza, sirve para tratarlos intentanto matar moscas a cañonazos, señalar cobardemente con el dedo y apoyarse en chivatos. Si ser un chivato es el concepto de corporativismo/compañerismo que fomenta el Colegio, a mi que me borren.


P.D: Por cierto. Al mismo Magistrado Juez ya es la tercera vez que lo señalan desde el actual equipo de Gobierno del Colegio; dos veces en la revista, una en este correo. Parece que alguien desde dentro le tiene cierta inquina. Me huele a algo personal.

6 comentarios:

clandestino dijo...

Lamentable, yo también quedé ingratamente sorprendido. Chivatos, pelotas y lameculos, esa es la fauna autóctona que se quiere fomentar desde esta Ilustre Corporación. Empieza el IV Reich.
Como dijo Michael Corleone en el Padrino II: "No es nada personal, sólo son negocios".

Anónimo dijo...

Comparto totalmente y suscribo la reflexión de nuestro abajofirmante, sin añadir una coma más, pero también hay que pedir que se eviten las críticas anónimas y sin fundamento. Del mismo modo hay que evitar la situación contraria, como la de las afinidades y empatías que muchos compañeros letrados mantienen con sus señorías, y como ejemplo "la cañita de los viernes en la cafetería de Titsa". Saludos

Oli dijo...

"(...) se eviten las críticas anónimas y sin fundamento". Estimado anónimo, no sé si se ha dado cuenta que es lo que acaba usted de hacer: una crítica anónima.

A mi lo de ir de cañas me parece correcto porque entiendo que hay más vida después de palacio, y doy por sentada la imparcialidad.

En lo demás, con mi estimado tox, amén.

Anónimo dijo...

Yo discrepo del comentario de "Oli" y coincido con anónimo, porque "... No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo ..."

Anónimo dijo...

El que ha criticado la toma de esbirras por los señores advocats y sus amigos,(puesto que son AMIGOS, sobre todo y por encima de todo), no tiene ni p.i. de lo que significa la amistad y el buen rollo. He dicho!.

Anónimo dijo...

Me la sensación de que precisamente eso es lo que "denuncia": Amistad y Buen rollo, pero claro, sólo con algunos.