miércoles, 5 de agosto de 2009

Persiana bajada.

Cerca de las 13:30 salió por la puerta de la destartalada habitación la última persona a la que debía recibir hoy. Han sido siete personas, todas con problemas distintos, las recibidas en una habitación de unos seis metros cuadrados con mobiliario de los setenta deteriorado por el inexorable paso de los años, un ventilador removiendo aire caliente sobre un mueble de puerta amarilla en la que luce una vieja pegatina alusiva al Frente Polisario y el suelo lleno de una especie de semillero de hojas menudas del aŕbol seco que se ve por la ventana. Muchas tardes las paredes son testigos de lo que parecen movimientos violentos de las docenas de palomas que se amontonan en el solar trasero, el del árbol seco.

Cerca de las 13:30 salió por la puerta la última persona, de cuyo caso ya no me acuerdo, después de escucharle, tomar notas, hablar con ella y aconsejarle. Porque gran parte de la gente que acude lo hace a desahogarse, a buscar un abogado, un confesor y un psicólogo.

Esta tarde, tras archivar un par de docenas de papeles, dar número a algunos expedientes y de apagar el interruptor de la regleta donde están enchufados portatil, fax e impresora, he bajado las persianas y he guardado el maletín en el armario. Hasta el 30 de agosto.

Si me apetece, escribiré. Si no, no me olviden, que volveré. Hasta pronto.

3 comentarios:

eKlair dijo...

Oye Tox, cómo está el Colorín... a que asusta... Incluso te citan. Agosto tórrido...

El abajo firmante. dijo...

Ya me citan en el Clorín....ya me puedo considerar importante.

Oli dijo...

y ese eKlair? que pasó, cambio de look??

Yo volveré el 30 de agosto (nunca mejor dicho) esperando leerte :)