El 6 de diciembre, día de la Constitución, el arco iris lucía de este modo sobre nuestras cabezas en la Playa de Los Cancajos, La Palma. Vaya paradoja. Brillaba el arco iris el día en el que la tan defendida Constitución Española había sido mancillada horas antes. El puente en el que se sacó al ejército para parar una huelga y se impide la disolución de las Cortes Generales mientras dure la situación de alarma (esa que no se ha decretado ni cuando ha existido un intento de golpe de estado, o una huelga en transporte público anterior, o cuando se produjo el atentado del 11-M o cuando alguna inundación ha anegado una región), lo pasamos en La Palma, nuestro refugio favorito, en un jardín a la orilla del mar.
El avión fue sustituido por barco; el viaje cómodo, por el movimiento del mar. Perdimos pasajes de avión, un desayuno en el hotel (lo que más me jode, por cierto), algunas horas de paseo y quién sabe si dinero, pero los ratos pasados, las horas de asueto, los momentos entre nosotros a punto de cumplir un año juntos (con ellos) y siete años juntos (entre nosotros), son simplemente impagables.
Hoy hemos vuelto a nuestro particular estado de alarma. Desayuno apresurado, niño que no se quiere vestir, carrito corriendo por las calles, deseo de militarización de los juzgados,...Al menos, nosotros si que respetamos la ley.
2 comentarios:
Pues hoy se celebra el Día General de las Fuerzas Armadas en el cuartel general del Captain Cayetan, ahora en la reserva activa...
Yo es que, de un tiempo a esta parte, soy objetor de conciencia.
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