Apenas tres horas después de aterrizar, con el frío metido en los huesos, los rastros del cansancio en los ojos y la sonrisa de la ilusión en la boca, ésta era la primera visión de Addis Abeba que nos encontrábamos por la ventana de la habitación del The Lion's Den Hotel. Pocas horas después, la vida tal como la conocíamos nos cambiaba. Hoy hace un año.
1 comentario:
felicidades chicos... y pensar que ese día empezarían una bonita, engorrosa y larga travesía paternal.
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