Casi un 30 % de paro (265.916 PERSONAs en mayo), 40 años de dictadura, desapariciones, fusilados, fyfes, el campo abandonado, la pesca pa marruecos, monocultivo turistico, desarrollo urbanistico desmesurado, destruccion de espacios naturales, emigración, fracaso escolar, ignorancia, politicos vendidos a la metropoli..... GRACIAS ESPAÑA!
Cuando te metes de lleno en esto de las redes sociales y empiezas a agregar "amigos", puedes encontrarte con cualquier tontería como mensaje. Por sistema, si no es alguien con el que haya tenido un mínimo saludo, no acepto a nuevas "amistades". Pero, hete aquí, que a todos a los que aceptas son de su padre y de su madre, y los hay ideológicamente de izquierdas, de derechas, de centro, nacionalistas, independentistas, regionalistas, anarquistas o tóxicos.
El mensaje del principio, añadido en un "muro" de Facebook denota parte de la ignorancia y del escasísimo poder intelectual del movimiento independentista joven de Canarias. El autor es joven, perteneciente a grupúsculos independentistas marginales que se apoyan en fuerzas políticas de esas que ponen el grito en el cielo si colocan un centímetro cuadrado de piche en una carretera pero que han permitido que el mago tire la nevera vieja al barranco o que fabrique en cualquier ladera. Un fenómeno a estudiar con profusión.
Limitar la herencia española en Canarias al paro, a la corrupción, al cemento, al fracaso escolar, a la guerra civil, a la dictadura...denota una simpleza mental que debería conllevar el internamiento en un centro especializado. Y fundamentar, sobre esas premisas, la necesidad de esa "libertad" que pregonan para las islas supondría justificar, bajo las mismas premisas, la independiencia de las muy españolas regiones castellanas, andaluzas, manchegas o murcianas, por ejemplo. El recurso al victimismo, culpando a ese ente indeterminado al que llaman "metropoli" es ridículo, sobre todo si partimos de la base que estos guardianes de la pureza de lo canario no se miran al ombligo para contemplar, sin rubor, las pelusillas de su propia incultura y de su pereza. Seguramente, será culpa de la metropoli.
Lo más inquietante es que ese nacionalismo que nunca existió en las islas, ese que gobierna en Canarias con el PP y en Madrid con el PSOE, que sólo tiene como nación sus bolsillos, como bandera sus comisiones, como escudo sus enchufes y como himno sus prebendas en Madrid, empieza a hacer suyo el discurso de la "metropoli opresora", con las siete estrellas verdes en mano.
Esta tarde, yendo hacia el Puerto de la Cruz, no habia un bar en toda la carretera de Las Arenas del que no colgase una bandera española, más o menos descolorida. Balcones en el centro con la enseña balanceada por el aire. Media docena de niños vestidos con eso que ahora llaman "la roja" jugando al fútbol en una plaza. Ya sabemos que vivimos en un país en el que el sentimiento español sólo aparece cada dos años, o sea, cuando toca Eurocopa o Mundial de fútbol.
Yo me quedo, en cualquier caso, con una imagen que vi hace unas semanas en La Laguna: camino de la Plaza del Cristo, un grupo de excursionistas todos con bandera con siete estrellas verdes en el pecho y la leyenda "ser canario es un orgullo", portando algunos de ellos banderas de corte independentista, iban encabezados por dos señoras que, con la misma equipación, iban tocadas con sendas gorras rojas en las que con letras amarillas se leía la palabra "España".
Cosas.
El mensaje del principio, añadido en un "muro" de Facebook denota parte de la ignorancia y del escasísimo poder intelectual del movimiento independentista joven de Canarias. El autor es joven, perteneciente a grupúsculos independentistas marginales que se apoyan en fuerzas políticas de esas que ponen el grito en el cielo si colocan un centímetro cuadrado de piche en una carretera pero que han permitido que el mago tire la nevera vieja al barranco o que fabrique en cualquier ladera. Un fenómeno a estudiar con profusión.
Limitar la herencia española en Canarias al paro, a la corrupción, al cemento, al fracaso escolar, a la guerra civil, a la dictadura...denota una simpleza mental que debería conllevar el internamiento en un centro especializado. Y fundamentar, sobre esas premisas, la necesidad de esa "libertad" que pregonan para las islas supondría justificar, bajo las mismas premisas, la independiencia de las muy españolas regiones castellanas, andaluzas, manchegas o murcianas, por ejemplo. El recurso al victimismo, culpando a ese ente indeterminado al que llaman "metropoli" es ridículo, sobre todo si partimos de la base que estos guardianes de la pureza de lo canario no se miran al ombligo para contemplar, sin rubor, las pelusillas de su propia incultura y de su pereza. Seguramente, será culpa de la metropoli.
Lo más inquietante es que ese nacionalismo que nunca existió en las islas, ese que gobierna en Canarias con el PP y en Madrid con el PSOE, que sólo tiene como nación sus bolsillos, como bandera sus comisiones, como escudo sus enchufes y como himno sus prebendas en Madrid, empieza a hacer suyo el discurso de la "metropoli opresora", con las siete estrellas verdes en mano.
Esta tarde, yendo hacia el Puerto de la Cruz, no habia un bar en toda la carretera de Las Arenas del que no colgase una bandera española, más o menos descolorida. Balcones en el centro con la enseña balanceada por el aire. Media docena de niños vestidos con eso que ahora llaman "la roja" jugando al fútbol en una plaza. Ya sabemos que vivimos en un país en el que el sentimiento español sólo aparece cada dos años, o sea, cuando toca Eurocopa o Mundial de fútbol.
Yo me quedo, en cualquier caso, con una imagen que vi hace unas semanas en La Laguna: camino de la Plaza del Cristo, un grupo de excursionistas todos con bandera con siete estrellas verdes en el pecho y la leyenda "ser canario es un orgullo", portando algunos de ellos banderas de corte independentista, iban encabezados por dos señoras que, con la misma equipación, iban tocadas con sendas gorras rojas en las que con letras amarillas se leía la palabra "España".
Cosas.