Hay tontos del culo, tontos de los cojones, tontos del haba, tontos de baba, tontos de la tiza...y luego algunos trabajadores del ambulatorio Laguna-Mercedes del Servicio Canario de Salud, incluído algún médico, lo que demuestra mi teoría de que tener un título universitario no asegura ningún grado de inteligencia.
Hasta ayer mis hijos no estaban inscritos en la Seguridad Social. Como en el Registro Civil de La Laguna tampoco es que la inteligencia abunde y el horario de atención al público para la inscripción de hijos provenientes de procesos de adopción internacional es de 9 a 10 (hora en la que, joder, tengo juicios las pŕoximas dos semanas todos los días), los niños andan con un número de afiliación provisional para poder acceder a prestaciones sanitarias como "inmigrantes sin recursos". Cágate. Inmigrantes sin recursos.
Todo ello era el paso previo para acudir al ambulatorio y que los críos sean examinados por el pediatra público. Ya el privado nos había recomendado a uno, que tiene "el cupo cerrado", así que tendríamos que conformarnos con los restos de serie. Una vez en el ambulatorio y cumplimentada la solicitud de tarjeta sanitaria, nos dicen que vayamos por la tarde del día siguiente para tener consulta con la doctora Fulanita, a la que no hacía falta pedir cita previa, sino la misma tarde del viernes.
Interior del ambulatorio, revelador del estado del sistema: un lugar cutre, con paredes sucias y parcheadas, como si fueran a pintarlas y se hubiesen quedado a medias. Aspecto de insalubridad.
Una vez allí, no sólo había que pedir cita previa, sino que además ni nos habían asignado pediatra, ni nos corresponde la que nos atendió (sustituta de la titular), ni nadie sabía hacer o explicar nada de nada.
La sustituta, básicamente, se negó a atendernos, aunque tuvo la "deferencia" de oscultar a los niños. Que qué hacen ustedes aquí, que hay que pedir cita previa, que si qué urgencia nos llevaba allí, que si ni yo ni la titular somos los pediatras que les corresponden, que si un reconocimiento médico lleva una hora y, claro, eso no se les puede hacer ahora porque tengo mucha gente,....vamos, que poco menos nos trataba como si nos hubiesemos levantado de la siesta y hubieramos planeado ir a merendar a la consulta. Su diatriba terminó con mi frase directa a su mentón: "¿cree usted que si no nos hubieran dicho que viniesemos esta tarde íbamos a estar aquí perdiendo el tiempo?"
Sus diagnósticos, reveladores. ¿El pequeño lleva una semana en la que le cuesta dormirse? Hombre, porque a saber los traumas que ha podido tener ese niño en año y medio. ¿Que el mayor tiene tos? No, lo que pasa es que tiene una respiración muy ruda. Hay que joderse con la de la bata blanca.
Luego, "pasen por la enfermera, para que les den cita con el pediatra que les corresponde". Tras 20 minutos de espera, la enfermera nos dice que no tiene ni puta idea de cómo hacer eso y de que volvamos al mostrador de la primera planta. Eso, poco después de que, viendo la documentación presentada, preguntara "¿Alonso es el nombre, no?". ¿Pero tu eres idiota? No, cenutria: el nombre es donde el formulario pone "nombre" y los apellidos donde pone "apellidos", tonta del culo.
Y en el mostrador de la entrada...más de lo mismo. Ni zorra idea de lo que tenían que hacer. Un cartel: "no hablamos inglés/francés/alemán/árabe, por favor, traiga un traductor". Se les olvidó poner que tampoco hablan español, porque parece que tampoco lo entienden. Otros 20 minutos de espera, en los que tengo la sensación de que salen a darnos la información final (cita el día X, a hora absurda de la tarde) cuando escuchan como digo "pues nada, a ver si esta buena gente tiene a bien darnos la respuesta antes de mañana". El señor del bigote rizado se disculpó por el "malentendido". Debería haberlo hecho por la incompetencia del servicio.
Al final, casi 2 horas en un ambulatorio para nada. Bueno, si, para corroborar que el servicio público de salud es una mierda del tamaño de un niño de 5 años.
Hasta ayer mis hijos no estaban inscritos en la Seguridad Social. Como en el Registro Civil de La Laguna tampoco es que la inteligencia abunde y el horario de atención al público para la inscripción de hijos provenientes de procesos de adopción internacional es de 9 a 10 (hora en la que, joder, tengo juicios las pŕoximas dos semanas todos los días), los niños andan con un número de afiliación provisional para poder acceder a prestaciones sanitarias como "inmigrantes sin recursos". Cágate. Inmigrantes sin recursos.
Todo ello era el paso previo para acudir al ambulatorio y que los críos sean examinados por el pediatra público. Ya el privado nos había recomendado a uno, que tiene "el cupo cerrado", así que tendríamos que conformarnos con los restos de serie. Una vez en el ambulatorio y cumplimentada la solicitud de tarjeta sanitaria, nos dicen que vayamos por la tarde del día siguiente para tener consulta con la doctora Fulanita, a la que no hacía falta pedir cita previa, sino la misma tarde del viernes.
Interior del ambulatorio, revelador del estado del sistema: un lugar cutre, con paredes sucias y parcheadas, como si fueran a pintarlas y se hubiesen quedado a medias. Aspecto de insalubridad.
Una vez allí, no sólo había que pedir cita previa, sino que además ni nos habían asignado pediatra, ni nos corresponde la que nos atendió (sustituta de la titular), ni nadie sabía hacer o explicar nada de nada.
La sustituta, básicamente, se negó a atendernos, aunque tuvo la "deferencia" de oscultar a los niños. Que qué hacen ustedes aquí, que hay que pedir cita previa, que si qué urgencia nos llevaba allí, que si ni yo ni la titular somos los pediatras que les corresponden, que si un reconocimiento médico lleva una hora y, claro, eso no se les puede hacer ahora porque tengo mucha gente,....vamos, que poco menos nos trataba como si nos hubiesemos levantado de la siesta y hubieramos planeado ir a merendar a la consulta. Su diatriba terminó con mi frase directa a su mentón: "¿cree usted que si no nos hubieran dicho que viniesemos esta tarde íbamos a estar aquí perdiendo el tiempo?"
Sus diagnósticos, reveladores. ¿El pequeño lleva una semana en la que le cuesta dormirse? Hombre, porque a saber los traumas que ha podido tener ese niño en año y medio. ¿Que el mayor tiene tos? No, lo que pasa es que tiene una respiración muy ruda. Hay que joderse con la de la bata blanca.
Luego, "pasen por la enfermera, para que les den cita con el pediatra que les corresponde". Tras 20 minutos de espera, la enfermera nos dice que no tiene ni puta idea de cómo hacer eso y de que volvamos al mostrador de la primera planta. Eso, poco después de que, viendo la documentación presentada, preguntara "¿Alonso es el nombre, no?". ¿Pero tu eres idiota? No, cenutria: el nombre es donde el formulario pone "nombre" y los apellidos donde pone "apellidos", tonta del culo.
Y en el mostrador de la entrada...más de lo mismo. Ni zorra idea de lo que tenían que hacer. Un cartel: "no hablamos inglés/francés/alemán/árabe, por favor, traiga un traductor". Se les olvidó poner que tampoco hablan español, porque parece que tampoco lo entienden. Otros 20 minutos de espera, en los que tengo la sensación de que salen a darnos la información final (cita el día X, a hora absurda de la tarde) cuando escuchan como digo "pues nada, a ver si esta buena gente tiene a bien darnos la respuesta antes de mañana". El señor del bigote rizado se disculpó por el "malentendido". Debería haberlo hecho por la incompetencia del servicio.
Al final, casi 2 horas en un ambulatorio para nada. Bueno, si, para corroborar que el servicio público de salud es una mierda del tamaño de un niño de 5 años.
5 comentarios:
Entonces llévalo a un chamán, ellos si son efectivos. Suerte.
Inmigrantes sin recursos???
Eres mi héroe, defensor de las injusticias y estupideces humanas. Que por lo menos se les de publicidad, amos....
Hola colega, te entiendo al 100%, yo pasé lo mismo igualito en el hospital Sant Francecs de Borja de Gandia, pero no con los médicos sino con los administrativos, y ademas en el registro civil , pero esa es otrahistoria... Abrazos.
Ayer sufrí las desventuras de pasar una mañana para el olvido en el ambulatorio de San Benito. Esperé a que me atendieran, cuando lo hicieron me pidieron bajar a pedir etiquetas, saqué número para pedirlas y faltaban 112 números..... entregué las etiquetas, esperé. Me atendieron y me dijo la doctora de solicitarle nueva cita a mi hija en 15 días... vuelta a sacar número del "tickomatic" 175 números, por delante, me fui a casa, almorcé, jugué a la play, actualicé facebook, chateé, regresé al ambulatorio.
Faltaban aún 13 números. A ver como hago dentro de 15 días.....
(Totalmente verídico).
"Que bueno", aqui en el SESCAM mas de lo mismo.
tu frase rompedora me encanta.
Sigue asi con tus comentarios acidos, me gusta.
Un abrazo
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