sábado, 15 de noviembre de 2008

El espíritu de Juanito.

Hoy, leyendo el blog NOTAS DE FÚTBOL (http://www.notasdefutbol.com/), que recomiendo encarecidamente a los futboleros, me encontré con un reportaje sobre Juan Gómez "Juanito", que hubiese cumplido años el pasado 10 de noviembre de no haberle sesgado la vida una carretera camino a Mérida. No era Juanito un jugador al que le tuviera aprecio cuando jugaba (aunque tampoco lo recuerdo muchisimo), primero por madridista, segundo por su fama de follonero.

Habla el reportaje sobre el "Espíritu de Juanito", ese exceso de testiculina con el que el fútbol español se movía en los 80 para afrontar partidos difíciles, tanto domésticos, como internacionales. Y ese espíritu se materializa en un "decálogo" que, bien pensado, podría llevarse al ámbito de la práctica jurídica sin escrúpulos.

Hagámos un esfuerzo y volquemos este "decálogo" a un juicio:

1.- En el autocar de vuelta, hace quince días -así se jugaba la Copa de Europa-, ya había que ir hablando de machacar al contrario.

2.- Durante la semana, recordar que se va a lograr. Camacho lo escribía en la pizarra cada día.

3.- Intimidar al rival en el mismo túnel a través de miradas penetrantes y gestos desafiantes. (Como os imagináis, no lo cuenta todo).

4.- En el sorteo con el árbitro, pedir el saque inicial. El rival no debe "tocarla" ni al principio.

5.- La primera jugada tiene que acabar en la línea de fondo o arrancar un grito desde la gradas.

6.- Hacer la primera falta del partido. Si es dura e intimida al contrario, mejor.

7.- Hacer el primer disparo. No importa que vaya fuera si hace ruido cuando choca con la valla publicitaria.

8.- Acortar el descanso y volver al campo antes de que lo diga el árbitro. Siempre metiendo prisas.

9.- Trazar una línea imaginaria en campo propio y procurar que de ahí no pase el rival.

10.- Actuar al máximo de revoluciones y contagiar al público con ello.

2 comentarios:

el escritor escondido dijo...

Ese no era el de Noventa minuti en el Bernabeu son molto longo?

El abajo firmante. dijo...

Al menos tu te defendías medianaente bien. Yo era (y soy) malo, malo, malo.