martes, 8 de diciembre de 2009

Crónica acelerada de un puente improductivo.

Hoy martes fui a comer a casa de mi suegra. Ayer lunes trabajé, tanto en el despacho (por la mañana), como en casa (por la tarde). El domingo por la tarde fui al fútbol. Entre medio, durante el resto de horas de estos cuatro días, me llena de orgullo y satisfacción ("odgullo y zatifazión", que se dirá el día 24 por la noche en televisión) poder decir que no he hecho nada. O por lo menos no recuerdo haber hecho nada de provecho. Es lo que llamo tocamiento masivo de gónadas másculinas.

Paso las horas, no obstante, intentando que pasen rápido y, con ellas, los días de espera que aún nos quedan hasta que recibamos la llamada telefónica de la partida. Ante el panorama de incertidumbre respecto a la fecha del viaje (nos avisarán con 48 horas de antelación), y con las maletas ya detrás de la puerta, he optado por suspender un par de juicios del viernes. Por si acaso, que nunca se sabe.

Esta noche, sabiendo que mañana es el primer día laboral de la semana y que, por tanto, es el primer día potencial de recibir la llamadita, he empezado a sentir nervios de verdad. Entre nosotros, y ahora que nadie nos lee, meterme unas 14 horas de vuelo no es plato que me agrade. Pero el fin justifica los medios.

4 comentarios:

clandestino dijo...

Existen cursos acelerados contra la aerofobia. EL motivo lo merece.

Unknown dijo...

Lo que me faltaba por oír es que le tuvieses miedo a los aviones..... jeje

A ver si la llamada es más pronto que tarde.... por cierto, me comentaron el otro día que hay un hecho que estás esperando desde hace 7 años y que te vas a perder..... en esto si utilizaría yo eso de "el fin justifica los medios"

El abajo firmante. dijo...

A los aviones, miedo no: respeto.

Y si. llevo 7 años esperando a que regrese el Atleti al Heliodoro....y zas, en toda la boca. Bueno, me desquitaré en abril y en Madrid. Lo prometo.

Unknown dijo...

Pues nada, mañana estarás desbordado de "respeto" felicidades.