6 meses.

Hoy, 19 de abril de 2008, hace exactamente 6 meses del 19 de octubre de 2007.

A las 12 en punto de la mañana de hoy, sonreía viendo a mis sobrinas corriendo por el salón de casa. Hace 6 meses, a las 12 del mediodía, lloraba saliendo por la puerta de donde lo dejé todo durante 4 años, 9 meses y 19 días. 6 meses. 180 días. 4320 horas.

No me arrepiento de nada. No hecho de menos nada. Ten por seguro, lector, que volvería a actuar, a escribir, a pensar, del mismo modo que lo hice antes del 19 de octubre de 2007. Porque soy libre, lo era y lo seré. Porque seguiré diciendo lo que me de la gana. Porque las verdades duelen y lo saben. Que se jodan, pobres mediocres.

Hace 6 meses huí, me huyeron, del tono gris para poder volver a disfrutar de los colores de la vida. Una vida sin enfados, una vida tranquila, una vida a mi manera, sin estereotipos y sin tabues. Sigo pensando igual, sigo actuando igual, sigo pensando lo mismo de lo mismo y de los mismos.

En aquellos días recogí más cariño del que nunca pensé que fuese merecedor. Quizás (seguro) nunca seré capaz de devolverlo con la misma generosidad. Pero que sepan aquellos que ayer me apoyaron que mañana estaré ahí para lo que necesiten. A los que me traicionaron, también les recuerdo que, mañana, seguiré estando ahí.

Gracias a todos. En primer lugar a Cris, el punto de apoyo sobre el que se mueve mi mundo. Luego, a mis padres, los verdaderos (y únicos) referentes en mi vida. Después, a todos los demás: Jesús, Julia, Montse, Cande, Patrick, José Antonio, José María, Rafa, Fina, Agustín H., Agustín P., Laura, Juani, Ana, Nacho, Carlos, Juan (mi abogado en tiempos dificiles), Cristina, Ruth, Juliette, Miguel, Miguel Ángel, Alicia, Rudolf, Conchi, Begoña, Luis, Rosanna, Cristina C., Gonzalo, Pitu, Trino, Enrique Ri., Enrique Ro., Natalia, Margarita, Chano, Ricardo, Esteban, Olivia, Ángeles, Rafa, Patricio, Patricia, Paula, Raquel, Manolo, Joaquina, Valentín, María José, Bea, Pedro, Mónica... y a todos los que me dejo por el camino.

Fuera del grupo se quedan (ellos se lo pierden) los francotiradores, a los que lo de "franco" les viene que ni pintado.