viernes, 25 de enero de 2008

El virus de la mala suerte.

Decíamos antes de que terminara el áño de que 2008 no podía ser peor que 2007. Es absolutamente imposible (al menos, eso espero). Al contrario, estoy completamente convencido de que será un año magnífico en muchísimos aspectos. Eso si, es innegable que, como decía en mi último "artículo" (así lo define alguno, entre comillas), que he entrado con mal pie. Ligeramente renqueante de mi tobillo derecho, con el que no puede ni saltar, ni correr todavía (¿para qué quiero hacerlo?), la exposición permanente a los virus gripales a la que me he visto casi obligado en los últimos días terminaron por dar sus frutos y he caído presa del bichito de la gripe. La comida celebrada la pasada semana con unos amigos para celebrar el éxito de 2 de ellos gracias a una canción fue más una orgía viral que un almuerzo propiamente dicho. Brochetas de pollo, con verduras y virus ARN (ver enciclopedias médicas, por favor...).

Durante un juicio de 4 horas empecé a notar como se me echaban encima los primeros síntomas (que viene, que viene...) y a la tarde ya estaba muerto. Pero, a viernes, con casi 72 horas de sintomatología, al menos la fiebre ha remitido y ya sólo estoy un poco fañoso. En casa, trabajando a mi manera (pero bien), desfaciendo entuertos de otros y tremendamente feliz, le pese a quien le pese.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Te juro por Snoopy que yo no tengo nada que ver en eso.....

por cierto, ¿2008 peor que 2008?

El abajo firmante. dijo...

Qué tiquismiquis.... ya está cambiado.