miércoles, 30 de septiembre de 2009

Alegría de vivir.

A las dos y pico de la tarde, tras subir la escalinata y esquivar el férreo (nótese la ironía) control de la Guardia Civil, el hall de entrada a la Subdelegación del Gobierno sólo estaba habitado por algún que otro funcionario paseante y un grupito de mujeres de la limpieza que se alongaban en la puerta trasera apurando sus cigarros. Si a esa hora no se tienen demasiadas ganas de trabajar, tampoco vamos a crucificarlos por ello.

A mano derecha, mirando desde la entrada, se encuentra el hábitat natural de un especimen animal a estudiar: el funcionario del registro. Allí, agazapado tras la pantalla de su ordenador, acecha a su pŕoxima víctima. De mirada inquietántemente mortecina, que intenta disimular tras sus gafas redondas de culo botella, el funcionario del registro espera impaciente para desarrollar su apasionante labor.

A las dos y pico de la tarde, con apenas unos minutos para terminar una activa jornada laboral, recibe con alegría a su última víctima. Va de gris, foulard malva y pantalón negro. El cazador la mira de reojo y un sólo gesto suyo sirve para que aquella, intimidada por su presencia, tome asiento. Ni una palabra, ni una mirada más.

El funcionario del registro, con hábil maña, mira una y otra vez el fleje de papel que se le presenta delante, analizándolo con desabrido interés, como si de él dependiese la resolución del conflicto. Es en ese momento cuando hipnotiza a su víctima con la mejor de sus armas: su afilada mecanografía. 180 pulsaciones por minuto, la mejor marca mundial de su oposición, el orgullo de su padre, las lágrimas de su madre. Una gacela del teclado, piensa, mientras pasa los papeles por una máquina que sustituye al tradicional sello de caucho. El sonido del artilugio señala el final de su labor. Devolución de la copia, nueva mirada desangelada y un sonido apenas audible que sale de sus fauces. Ha cumplido eficientemente su labor. Cinco minutos incomprensiblemente interminables para dar entrada a un escrito de tres folios, plusmarca personal de la temporada. Ni una palabra, ni una media sonrisa, la más absoluta de las indiferencias hacía su víctima.

Mañana, cuando el reloj esclavizador marque de nuevo las ocho, allí estará, pasando con inusitada ilusión la tarjeta que registrará su entrada a otra nueva y apasionante jornada donde, quienes le visiten, podrán disfrutar de su amabilidad, cortesía y alegría vital.

PD: En este video presentamos una fiel recreación de su trabajo.

Adivinanzas visuales (sólo para entendidos)





martes, 29 de septiembre de 2009

Otra de humor.

Como hoy martes me ha dado por el festival semanal del humor (del bueno y del malo), además de la foto que antecede a esta entrada, me gustaría comentar una noticia con la que me acabo de topar: "La crisis obliga a reforzar los Juzgados de lo Social"

[...]Las medidas consisten en un plan de choque destinado a normalizar el funcionamiento de estos órganos mediante la reducción de los asuntos pendientes y con objeto de agilizar los juicios y dictar resoluciones definitivas en los procedimientos por despido [...]"

¿No es de risa? La amarga experiencia de los refuerzos de los Juzgados de lo Social en Santa Cruz de Tenerife no sólo no ha reducido el número de asuntos pendientes, no sólo no ha normalizado el funcionamiento de nada, sino que lo que ha hecho es masificar aún más el desesperantemente lento sistema judicial con unos juzgados virtuales constituidos por un tiempo de seis meses que, al desaparecer, sueltan su carga de trabajo en el Juzgado de origen.

En un puñado de semanas, el refugio anti-aéreo de lo social tendrá otra nueva oficina judicial "de refuerzo" en otra calle, en otro edificio. La amplitud de miras de la Dirección General de Justicia del Gobierno de Canarias ha sido tal que en apenas cinco meses el actual local se ha quedado pequeño. Pero no nos quejemos, ya el Colegio profesional de delatores nos había dado la solución: si encuentran otro local mejor, díganlo.

Lo que si está claro es que se agilizarán los juicios, sin duda, porque habrá que salir cagando leches de un edificio para llegar a tiempo al otro.

Siempre con protección.


Para que luego digan que la píldora postcoital es lo más....

PD: Gracias por la foto, Gonzalo.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Desdoblamientos de personalidad.

L. mantiene desde hace tiempo, él sabrá por qué, que tengo una psique compleja y que lo próximo que le queda por descubrir es si soy esquizofrénico o un psicópata, que conmigo es con el único que no se ha enfadado ni ha quitado el habla (cierto, porque hasta a la dueña del Colorín le quitó el habla durante una temporada) y que tengo el mismo encanto social de un psicópata. Cosas del aburrimiento.

Todo esto a cuenta de una imputación de desdoblamiento de personalidad que, según él, el aquí firmante había cometido en este blog en el post titulado "Chivatos", creando un presunto comentario anónimo en el que se imputaba el consumo de zumos de cebada los viernes al mediodía en comandita por parte de determinados elementos. Me ha costado un poco, lo reconozco, hacerle ver que yo, no sólo no escribí ese comentario, sino que jamás he creado comentarios falsos para darle vidilla al blog. A mi que me lean, que se cree debate, que se levante polvasera me da lo mismo.

Pero no, no escribí ese comentario ni escribo anónimos en mi propio blog. Conozco a un personaje, al que ya dediqué un post, que en su blog futbolero de un periódico de tirada local se dedica a escribir anónimos múltiples para aparentar movimiento de lectores, lo cual le han transformado en un sujeto odioso. No es mi estilo, lo siento. No tengo ese afán de protagonismo.

A mi el blog, este blog, ya me costó un despido. Qué miedo, qué reparo, puede tener una persona que ya ha pasado por eso para esconderse bajo un anonimato para decir lo que no se atreve a decir con su nombre y apellidos. Si yo quisiera decir lo del comentario cervecero, créanme, lo hubiese escrito con dos cojones.

Así que las cosas claras, el chocolate espeso y las camisas de fueza blancas.

PD: Antes de todo eso, el "hermano" de L. (que ha sido convenientemente bautizado como "V., mihermano"), me ha afrontado, me ha estirado la mano y me ha saludado diciendo "Hola tóxico". Cria fama....

jueves, 17 de septiembre de 2009

Chivatos.

Si hay un personaje al que siempre he detestado, ese es el chivato, el soplón, el que, como define acertadamente la Academia de la Lengua, "acusa en secreto y cautelosamente". Simplemente puedo decir que me producen náuseas.

El Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife, 70 € cada dos meses de cargo en cuenta, fomenta y alienta al chivato. Remite un correo electrónico a sus colegiados diciendo que, ante las "quejas verbales" de determinados elementos hacia dos jueces señalados, "se interesa de todos los compañeros que hubieran podido ser agraviados o hubieran presenciado agravios a algún compañero, por su comportamiento, nos lo hagan saber a los efectos de tomar las medidas que en su caso fueran procedentes". O sea, quieren que sus propios compañeros sean vulgares soplones policiales del tres al cuarto frente a la actitud cobarde, de niño llorón, de quienes dicen considerarse agraviados por el comportamiento de dos jueces y no son capaces de dar la cara con nombres, apellido y por escrito. No. Se esconden tras el anonimato, no tienen los huevos suficientes de elevar queja por escrito y encima pretenden esconderse tras sus soplones.

No seré yo quien defienda a los jueces señalados. Una no sé ni quién es. Con el otro celebro semana si, semana también y, siendo tremendamente especial (dicho sea en términos de Venia), jamás me he sentido ofendido por su actitud hacia mí en sala. De hecho, creo que su intemperancia en ocasiones más que ofender a alguien le puede perjudicar a él mismo. Y si lo llegase a sentir, o bien me sentaría a hablar con él o bien elevaría queja formal. Lo que no haría es ir corriendo, como el niño al que han pegado en el recreo, a quejarme a la "seño" o usar chivatos delatores. Lo dicho: ne-na-zas.

Para esto sirve nuestro Colegio. En lugar de para tratar estos temas con delicadeza, con privacidad, con firmeza, sirve para tratarlos intentanto matar moscas a cañonazos, señalar cobardemente con el dedo y apoyarse en chivatos. Si ser un chivato es el concepto de corporativismo/compañerismo que fomenta el Colegio, a mi que me borren.


P.D: Por cierto. Al mismo Magistrado Juez ya es la tercera vez que lo señalan desde el actual equipo de Gobierno del Colegio; dos veces en la revista, una en este correo. Parece que alguien desde dentro le tiene cierta inquina. Me huele a algo personal.

martes, 15 de septiembre de 2009

La parada de las focas.


Las horas transcurridas entre las 2 y las 8 de la tarde han sido, probablemente, las menos productivas (a niveles de producción laboral) y absurdas (a todos los niveles) de los últimos tiempos. Mientras que la mañana tuvo más de 6 horas de trabajo de despacho sólo interrumpido por el sonido de las tripas a mediodía, que ya no aguantaban el nesquick frio y la tostada de las 7:30 de la mañana, la tarde.....ay la tarde.

Poco después de las tres y cuarto el coche me llevaba, autopista hacia el norte, al Puerto de la Cruz, donde debía pasar consulta. Y digo bien, debía. Tras casi 40 minutos de volante (sacar el coche del garaje, tomar la autopista, esquivar a algún que otro energúmeno y buscar aparcamiento) a las 16:00 estaba entrando por la puerta de la oficina. Puntualidad británica. La misma puntualidad con la que salí por la puerta 15 minutos más tarde.

Sólo un señor, para recordar un juicio y decirle que necesitaba un testigo. No le gustó nada la petición, a lo que le respondí "yo soy abogado, no saco conejos de las chisteras, haga lo que le parezca."

Así que con el viaje perdido, regresé a La Laguna. Una hora de ida y vuelta para 15 minutos de oficina. Vaya negocio.

A la vuelta, un atasco en la rotonda de entrada por San Benito: tres señoras, con sus chalecos amarillos, que se habían dado un leve roce con sus coches y, en lugar de apartarlos a un lugar que no entorpeciera el tráfico, se plantaron, por sus santos ovarios, en el centro de la calzada. Al final, sería premonitorio de lo que ocurriría horas más tarde.

De vuelta al despacho, pasadas las 5 y media de la tarde, desubicado y con el ritmo perdido, no me salía nada, en parte por culpa de la actividad frenética de la mañana, que me había permitido limpiar la mesa de papeles., en parte por lo tonto del viaje de ida y vuelta. Conclusión: a eso de las seis menos algo nos fuimos a dar un paseo y a merendar.

Y como llevaba casi una semana sin pisar la piscina, qué mejor que rematar la tarde yendo a hacer unos largos-cortos de los mios. Bañador ceñidito para mostrar lorzas, gorrito ridiculo y gafas. "Hoy hay partido del Madrid....no habrá ni dios...", me dije. Iluso. Hombres, pocos, pero sus mujeres, todas.

De las 8 calles de la piscina, 2 eran "calle rápida", o sea, para los tarzanes de turno (no entro en el perfil), 4 calles para cursos de natación (sé nadar lo justo para flotar, así que no me hacen falta) y 2 "calles lentas", las que debe utilizar un tipo que a la tercera brazada ya está echando espuma por la boca. De las dos calles, la más próxima a la escalera de entrada, estaba atestada de señoras mayores, focas marinas embutidas en Speedos negros, ballenas varadas en los bordillos de ambas orillas de la pila. Ni se movían ni dejaban moverse.

Aquellos mamíferos marinos me estaban tocando lo que no suena, así que lo intenté en la calle de al lado. Imposible. Como la primera de ellas estaba tomada por la simulación de suicidio colectivo de ballenas y cachalotes, la segunda calle contaba con hasta 7 nadadores que se chocaban entre si intentando pasarse unos a otros, mientras de frente les aparecía algún nadador suicida. Simplemente imposible hacerse paso.

Conclusión: tras tan sólo 3 viajes a braza de 25 metros cada una, sali de la pila más caliente que el cenicero de un bingo. No me extrañaría que, con la calentura ciega con la que salí de allí, el agua de la piscina empezara a ebullir. Total, que fui a la piscina y lo único que logré fue ducharme.

Malditas ballenas. Para que luego digan que los japoneses hacen mal su trabajo.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Belén Esteban o el triunfo de la mierda.

Vivir del cuento durante una temporada. es fácil Hacerlo durante una década es dificil. Me temo que, visto lo visto, lo hará durante toda su vida. Vivir sin pegar golpe, vendiendo la vida privada por el mero hecho de haberse quedado preñada de un torero y pasear chabacanería por los platós de televisión, no tiene mayor mérito que el de aprovecharse de una televisión hecha a la medida de la gente. Que la tele da lo que el público quiere, no hay duda. Porque esta sociedad falta de educación, desinformada y enmerdada merece que personajes como la Esteban sean iconos televisivos del siglo XXI.

¿Qué esperamos de una sociedad llena de changas, chabacanos, elementos barriada, hijos del reguetón, gorras para atrás, pantalones caidos y tangas al aire? Porque el fulano con gorra y coche tuneado y la gordita que, sin pudor, se pone pantalones estrechos y enseña ombligo celulitico através de un top representan a gran parte de la sociedad. Las niñas quieren ser Belén Esteban, la "triunfadora" chica de barrio. Si ella pudo, nosotros-as, también.

Una madre coraje, la voz del pueblo. Del pueblo atontado que gasta minutos de su vida interesándose, y hasta echando lágrimas, por una vaga que vive del cuento de su hija y de la familia del padre de su hija. La princesa del Carrefour, la duquesa de la inmundicia humana más asquerosa secundada desde la pantalla por una banda de pseudo-periodistas, freaks y señoras de pueblo que, a cambio de un bocadillo y de ver a su ídolo de cerca, se prestan a hacer de payaso como público vociferante. El glamour de la defecación.

Pero, en todo caso, y sea cual sea el color político, sea el pais que sea, esto los tiene entretenidos. Pan, circo y payasos. ¿Me entiendes?

jueves, 10 de septiembre de 2009

Berlusconi, ese crack.

Lo reconozco, estoy empezando a ser fan de Berlusconi. Cada vez que le leo/escucho una patujada de las de él me parto de la risa. Es curioso comprobar como desde la progresista España los medios y partidos lo ponen a parir por sus excesos verbales y sus escarceos sexuales, mientras que desde Italia gana elecciones por mayorías absolutas, manteniendo al país dentro del grupo de paises más ricos del planeta y con una mucho menor incidencia de la crisis mundial en su interior que la misma crisis en España.

Hoy se ha disculpado de unas declaraciones de hace un año donde decía que Zapatero, además de darle explicaciones a su mujer, encima tenía que hacerlo con las seis mujeres que tiene en el que calificó como "gobierno rosa", diciendo que "Yo en Italia soy muy conocido por ser un gran admirador de la otra mitad del cielo, así que cómo iba a criticar yo a quien ocupa un sillón de ministra. El mayor regalo que ha dado Dios al hombre son las mujeres. Así que cómo podía el primer ministro de Italia, la patria de Casanova y de los playboys, criticar a las ministras".

Buenísimo: se disculpa con unas declaraciones más machistas si cabe. y delante de las ofendidas. Con dos cojones. Y lo hace de forma natural, sin forzar poses políticamente correctas, seguramente porque con sus setenta y tantos está de vuelta de todo.

Berlusconi pasa sus ratos con rubias de pago en sus villas privadas. El gran mal de este político, a decir al menos de la prensa española, es que se acuesta con señoritas de pago y se monta juergas con tias en pelotas por el jardín. Y qué, me pregunto yo. Porque, digo yo, a los contribuyentes poco nos importan las aventuras de alcoba de nuestros políticos, siempre que sea con su dinero.

John F. Kennedy, se dice, se cuenta, se comenta, era un putero empedernido y son conocidos sus escarceos extraconyugales y, sin embargo, políticamente nunca se le ha juzgado por su vida privada. También se entiende: se le considera un icono de la pseudo-izquierda (se estaría revolviendo en la tumba si lee que le vinculan con la izquierda) y esos, ya se sabe, tienen barra libre.

Porque lo hipócrita, lo cínico, es leer y escuchar a los medios progres atizando a Il Cavaliere por la publicación de fotos de sus fiestas, sin pararse a pensar que sus totems políticos, y los de la derecha, probablemente también tiene sus queridas, se van de putas o se meten polvo blanco en los baños del Congreso. Pero ojos que no ven....

Qué más me da a mi si ZP se la pega a Sonsoles, si Rajoy tiene no tiene canas en la barba sino restos de cocaína, o si a Llamazares le gustan las señoras obesas. Si yo fuera Berlusconi, con su edad, con su dinero, en sus propiedades, seguiría haciendo y diciendo lo que me diese la gana antes de pecar de hipócrita.

PD: Ah, por cierto, felicidades Tita Oli y tito Joseramón.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Nueve del nueve del nueve.

Llevo unos días bajo de ánimo y no sé por qué. Me siento tristón sin tener motivo aparente. No, no se trata de depresión post-vacacional, eso se lo vamos a dejar a los funcionarios, siempre tan atareados y de buen humor ellos.

Será que los días empiezan a ser más cortos, será que empieza a refrescar en La Laguna, donde ya apenas se ve el sol, será que pierdo fuelle como escritor bloguero y cada día me motiva menos, será que ayer el ordenador portátil con el que trabajo dijo basta y se apagó para no volver....será. Lo único cierto es que no tengo una razón objetiva.

En esta media semana, por el pasillo ancho de la sala de espera del Juzgado-tanatorio, no he encontrado nada, ni nadie realmente motivante. Siempre las mismas caras, siempre con sus mismas neuras, siempre con sus mismas prisas, siempre con sus mismas conversaciones, siempre con sus mismos tópicos. Esta mañana, haciendo la habitual hora de espera para que me tocara el turno de carnicería en la sala 4, recorrí el pasillo de punta a cabo siete veces en busca de alguna conversación que me escondiera de un rumano gigantón y de su ex-jefe, un italiano dedicado a negocios turbios en esa pequeña Sicilia llamada Playa de Las Américas. Al final, hasta el rumano, chapurreante de castellano, tenía mejor conversación.

A mediodia, caminando por la calle, me crucé con M.S. Ambos íbamos abstraídos con un par de cascos en las orejas escuchando alguna de nuestras músicas favoritas y apenas acertamos a hacernos un gesto con la mano. Tiene buen gusto M.S. para la música, entiende, tenemos muchos gustos comunes y es un tipo que se sale del grisaceo medio del colectivo. Merece mucho la pena este M.S.

Por la tarde, cuatro horas seguidas de consulta, sin parar, que evitaron que pudiera acudir a echarme unos largos en la piscina, donde me he acostumbrado, a la fuerza a ir. Mañana.

Un 9 del 9 del 2009 para olvidar. A ver si los matados que están apostados debajo de la ventana del salón, al calor de la hamburguesería colombiana del toldo naranja, se van a la cama y dejan de darme el coñazo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Regreso.

Esta mañana en el Palacio-Tanatorio apenas había nadie. A las nueve menos poco ya pululaba por los aledaños J., el de la corbata minimalista. Y es que los profesionales, aunque tengan juicio a las 09:00 no se les permite acceder al local hasta las 09:00. Hoy, excepcionalmente me han permitido entrar a las 08:59 porque, palabras textuales de la vigilante, "en lo que relleno la ficha se hacen las 9".

Sólo una sala operativa hacía que apenas cuatro o cinco de los habituales estuvieran por los pasillos. Al menos los habituales de hoy eran los conocidos de siempre, aunque la conversación no fue demasiado fluida con ellos. Debe ser cosas de la depresión post-vacacional. Mañana se incorpora a las actuaciones estelares otro juzgado, así que la cosa se animará algo más, como es habitual.