domingo, 30 de agosto de 2009

miércoles, 26 de agosto de 2009

Conclusiones veraniegas.

1º.- Ni genética, ni leches. Se me está cayendo el pelo y se me empieza a ver el cartón. No se hasta donde llegaré, espero no quedarme con la coronilla con menos pelo que el chichi de una muñeca, pero eso de ir dejando pelo pegado en las toallas tras casa ducha no me está gustando un pelo (nunca mejor dicho). Visto desde arriba y con luz cenital la realidad es inequívoca. Sólo me queda la dignidad.

2º.- En la playa tengo que meter la barriga para adentro. Me está saliendo tripa (bueno, saliendo no, desarrollándose más), me cuelga sobre la goma del bañador, bajo el ombligo. Es dificil caminar metiendo barriga al más puro estilo Marc Ostarcevic, pero no encuentro, dentro de mi vagancia, ningún tipo de solución. Cada vez más me cuesta el esfuerzo físico tendente a bajar de peso... y más me vale porque he cogido 3 o 4 kilos en apenas 2 semanas. Ver la báscula hoy por encima de los 75 kilos me ha supuesto un shock.

3º.- En casi 3 semanas no me he acordado de nadie, ni nada, de lo que ocurre, ha ocurrido u ocurrirá de la Cruz de Piedra para abajo. Apenas hemos entrado en Santa Cruz, la capital mundial del mal, que saca lo peor de mi mismo, con su olor a refinería, su vista al mar de contenedores, sus atascos y su tanatorio provincial de justicia.

Me quedan un par de días. A por ellos.

martes, 25 de agosto de 2009









28 grados norte, 17 grados oeste.

A 28º 5' 0.16''N, 17º 20' 13.59''W la vida se ve de otro modo. La rutina no es monótona, al contrario, se busca con insistencia dia tras día. Desayuno breve, paseo de una hora antes de que el sol se ponga en lo alto, baño de mar y de sol, ducha para eliminar los rastros del salitre, almuerzo opíparo, siesta, nuevo baño de mar mientras se observa como en el horizonte despejado el sol se esconde, nueva ducha, cena frugal y paseo. Así todos los días durante una semana. Salitre y sol.

No hace falta irse lejos para disfrutar de tranquilidad, naturaleza y bellezas naturales. Está ahí al lado, más cerca de lo podía imaginar. Ya iré contando.

A 28º 29' 23.14''N, 16º 19' 21.11''W se encuentra la realidad de un cuatrimestre que se nos ha de presentar como el más apasionante de nuestras vidas.

jueves, 13 de agosto de 2009

Hacer un "lizun".


Esta mañana me levanté temprano para lo que se estila cuando uno está de vacaciones. Lo normal es que el sujeto vacacional se levante de la cama tarde, recuperando eso que llaman sueño atrasado, pero como tampoco he sido de grandes madrugones durante el curso acabado, puedo permitirme el lujo de no vegetar en la cama durante muchas horas.Los fines de semana, sin embargo, ya es otra cosa.

A las diez y media de la mañana ya había terminado las labores del hogar que toca hacer cuando uno tiene que asumir el rol de amo de casa en situación de Rodríguez a tiempo parcial y cuando he mirado el reloj de la cocina me he preguntado qué hacer hasta la hora de la comida. A esa hora decidí ponerme un pantalón corto, una camiseta de deporte y hacerme un "lizun".

En casa hemos hecho habitual el uso del término "hacerse un lizun" para definir la acción de ponerse a caminar durante larguísimos ratos y distancias. Si encima luego lo cuentas, el "lizun" está completo. Quien da nombre al término (no creo que nunca te hayan hecho un homenaje de este calibre) ya sabe a qué me refiero. Hacerse un "lizun" también podría servir para definir la acción de meterse 175 largos de piscina olímpica mientras se ve amanecer, pero uno no tiene ese punto de masoquismo antropológico.

Salí de casa con el objetivo claro: partiendo desde mi casa hasta llegar al Alcampo que está en Guajara. Según el google maps, prácticamente 5 kilometros a pie de ida y otros 5 de vuelta. En 35 minutos bajé de San Benito hasta La Milagrosa, de ahí hasta la rotonda de salida en Lora y Tamayo y Camino de San Bartolomé de Geneto hasta el centro comercial. Por el camino, sólo coches (uno hasta me saludó, respondí amablemente y me pregunté durante algunos metros quién coño sería), mucho piche y un sinfín de chalets adosados de colores. Tras comprar dos tonterías y visualizar a la fauna autóctona que pululaba arrastrando carros verdes de plásticos cargados hasta los topes por el lugar, mismo camino de vuelta. Eso si, cuesta arriba, los 35 minutos de ida se transformaron en casi 50 de vuelta.

Esta tarde he tenido que preguntar qué día de la semana era, porque ha sido quitarme el reloj de la muñeca y perder la noción del tiempo, al menos del tiempo semanal. Para que luego digan que el trabajo dignifica...

miércoles, 5 de agosto de 2009

Persiana bajada.

Cerca de las 13:30 salió por la puerta de la destartalada habitación la última persona a la que debía recibir hoy. Han sido siete personas, todas con problemas distintos, las recibidas en una habitación de unos seis metros cuadrados con mobiliario de los setenta deteriorado por el inexorable paso de los años, un ventilador removiendo aire caliente sobre un mueble de puerta amarilla en la que luce una vieja pegatina alusiva al Frente Polisario y el suelo lleno de una especie de semillero de hojas menudas del aŕbol seco que se ve por la ventana. Muchas tardes las paredes son testigos de lo que parecen movimientos violentos de las docenas de palomas que se amontonan en el solar trasero, el del árbol seco.

Cerca de las 13:30 salió por la puerta la última persona, de cuyo caso ya no me acuerdo, después de escucharle, tomar notas, hablar con ella y aconsejarle. Porque gran parte de la gente que acude lo hace a desahogarse, a buscar un abogado, un confesor y un psicólogo.

Esta tarde, tras archivar un par de docenas de papeles, dar número a algunos expedientes y de apagar el interruptor de la regleta donde están enchufados portatil, fax e impresora, he bajado las persianas y he guardado el maletín en el armario. Hasta el 30 de agosto.

Si me apetece, escribiré. Si no, no me olviden, que volveré. Hasta pronto.

martes, 4 de agosto de 2009

Pasárselo pipa.

Hay cosas que, dicen, sólo son posibles en Bilbao. Ya no sólo pueden presumir de afeitarse sin espuma (?), sino de usar paquete de pipas.....como preservativos. Como puede leerse en la edición digital de El Diario Vasco, en el Hospital de Cruces "los médicos atendieron a una chica a la que tuvieron que extraer de sus partes íntimas un paquete de pipas. La pareja había utilizado el envoltorio como método anticonceptivo al no disponer de un preservativo en el momento de mayor fogosidad".

Vamos, que les entró el apretón y él se acopló el paquete de Churruca al miembro. Y el gobierno abriendo el debate de la anticoncepción, con lo fácil y barato que lo han arreglado estos dos.

La duda, no obstante, está en el tipo de paquete que hayan usado. A saber:

puede haber sido uno normal....

O uno de "Don Blandito", toda una declaración del estado en el que se quedó el sujeto al intentar las labores de desacoplamiento......


O uno de pipas grandes, una auténtica fantasmada.....


Aún así, hay envoltorios preparados hasta para ser usado como anticonceptivo para el cibersexo......


Sea como sea, no cabe duda que, como decía el anuncio, se lo pasaron Churruca.